La eficiencia energética de las ventanas con la certificación Passivhaus permite disfrutar de una vivienda más saludable y confortable.
Además, proporcionan el mejor aislamiento térmico, acústico y de estanqueidad, proporcionando un mayor ahorro energético.
Certificación para un tipo de vivienda creada para mantener las condiciones atmosféricas ideales en su interior logrando un ahorro energético que oscila entre el 70% y el 90% respecto a una vivienda convencional.
Una vivienda Passivhaus o casa pasiva tiene un consumo energético muy bajo. Dichas construcciones ecológicas deben contar con un aislamiento térmico óptimo en su estructura exterior, rotura del puente térmico y ventilación mecánica con recuperación de calor, tanto en ventanas como en puertas de altas prestaciones.
Los criterios técnicos de su diseño permiten que puedan aprovechar al máximo la energía de la luz en invierno y que no le afecte demasiado el sol durante el verano.
En mayo de 2010 el Parlamento Europeo aprobó la Directiva 2010/31/UE que sostiene que todos los edificios construidos en Europa a partir del 31 de diciembre de 2020 deberán ser de consumo energético nulo.
He aquí la importancia que toman en las nuevas construcciones las denominadas ventanas Passivhaus que son las de más elevadas prestaciones y más alta eficiencia que existen en el mercado.
Pero no cualquier ventana con un buen aislamiento servirá como ventana Passivhaus. De hecho, las especificaciones para que los aislamientos térmicos de una ventana entren dentro de esta categoría son muy rigurosas y exigentes.
